Handling your success
Los envases de los productos pueden ser de muchos materiales distintos: cartón, plástico, aluminio u hojalata.
Desde hace mucho tiempo, y cada vez más en el presente, las latas son las protagonistas indiscutibles del sector del envasado, ya que son respetuosas con el medio ambiente y funcionales.
La lata de aluminio apareció por primera vez en el mercado en 1958 y, desde entonces, ha alcanzado una posición de liderazgo en el sector del envasado por el material del que está hecha, que ofrece una serie de ventajas como la practicidad, la higiene y la ligereza.
Las latas pueden estar formadas por dos o tres piezas y ser de aluminio o de hojalata. Habitualmente están formadas solo por dos piezas: el cuerpo cilíndrico y el fondo, que se obtienen mediante un tipo de proceso especial que les da su forma convexa, y la tapa, que se moldea.
En cualquier caso, la forma de la lata está sujeta a cambios continuos, aunque siempre se busca lograr un equilibrio entre la economía de espacio y la ergonomía.
En 2009 se introdujo el último tipo de lata, alta y estilizada, llamada «sleek». Elegante y de líneas limpias, esta lata aúna funcionalidad y estética. El cambio en el diseño aporta importantes ventajas en cuanto a ahorro de materias primas, reducción del peso y mejoras significativas en la logística.
Las continuas innovaciones que se producen en los procesos de fusión y laminación, así como en los sistemas de automatización del proceso de fabricación, han permitido obtener mejoras significativas, como hojas más finas y procesos de producción más sofisticados y específicos.
Según los datos publicados por APEAL, la asociación de productores europeos de acero para envases, el reciclaje de los envases de acero en Europa ha alcanzado un nuevo récord histórico del 85,5 %. Esta cifra supone un aumento del 1,5 % con respecto al año pasado, siendo el décimo año consecutivo que dicho porcentaje aumenta.
Metal Packaging Europe, la asociación de productores europeos de envases metálicos, ha emitido un nuevo Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de las latas para el sector de las bebidas, la alimentación y los aerosoles, entre muchos otros tipos.
El ACV, que cubre desde la extracción de las materias primas hasta el final la vida útil del envase, muestra una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de los años, gracias a estos factores:
Esto ha aportado grandes beneficios al medio ambiente, ya que el impacto sobre el cambio climático se ha reducido en un 50 %.
La reutilización frente al consumo hace que los envases metálicos sean un ejemplo de economía circular. Tanto el aluminio como el acero son materiales «permanentes»: se pueden reciclar una y otra vez sin perder sus propiedades, lo que permite que el material permanezca en la economía y no se utilicen otras materias primas.
Los excelentes resultados obtenidos por este material se deben a que tanto el acero como todas las partes que intervienen en la cadena de valor son respetuosos con el medio ambiente.
Así pues, se establece un ciclo en el uso de los productos de acero: nacen, se usan y luego se reciclan.
En cambio, no se puede decir lo mismo sobre los productos de plástico. Según un informe de la OCDE, la mayoría de los productos de plástico se queman o se dispersan en el medio ambiente; de hecho, se calcula que solo se recicla entre el 14 % y el 18 % del plástico que se recoge. Incluso el tereftalato de polietileno o PET, que es el plástico más reciclable y reciclado, tiene un bajo nivel de circularidad. Tanto es así, que la Unión Europea tuvo que introducir una norma que establece que las botellas de bebidas deberán tener un 25 % de contenido reciclado para 2025.
El futuro de la lata promete ser positivo e interesante: es un envase que se puede adaptar a una gran variedad de productos, ya sean alimentos o bebidas, incluso las que tradicionalmente están vinculadas con el vidrio. Según un estudio de NIELSEN, empresa de análisis y mediciones de datos, el consumo de vino en lata es una tendencia en auge en el mercado estadounidense y, de hecho, en 2021 las ventas aumentaron en un 62 % con respecto al año anterior. Sin duda, es una idea innovadora y atractiva, capaz de llegar a un target joven y dinámico. Gracias al uso de este envase, el fenómeno del «ready-to-drink» cobra vida y se extiende también al sector de las bebidas y los licores, tradicionalmente asociado al vidrio.
De hecho, el aluminio es un material que tiene una gran estabilidad en contacto con los alimentos, puede conservar todo tipo de bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas, y preserva la temperatura de los materiales.
El material flexible, resistente y ligero con el que están hechas las latas permite transportarlas fácilmente, y el riesgo de desecho de producto, debido a la rotura del envase, es reducido. Por este motivo se pueden utilizar en todos los canales de distribución, desde la gran distribución organizada hasta el comercio electrónico. Además, garantizan una mayor protección, por lo que tienen una larga vida útil y permiten optimizar los recursos empleados y la logística.
Las ventajas que ofrece este envase son innumerables: es duradero, maleable y resistente a los golpes.
Un envase con múltiples prestaciones y ventajas:
Tras analizar el mercado y sus tendencias, es evidente que las innovaciones en ingeniería y el aumento de la automatización son aspectos esenciales para hacer frente a estas nuevas necesidades del mercado.
Empecemos por los números, destacando que Clevertech es capaz de ofrecer sistemas de gestión y paletizado de latas vacías con una capacidad de hasta 3600 piezas por minuto.
La compacidad, la fiabilidad y la innovación son las claves de la eficiencia, y las soluciones integradas de Clevertech satisfacen todas las necesidades gracias a su diseño holístico. El diseño que se ha desarrollado para la manipulación del producto permite mantener completamente intacta la calidad de las latas.
Los sistemas Clevertech abarcan todas las fases de gestión de la producción de la línea de envasado: paletizadores para productos a granel, despaletizadores, equilibradores dinámicos, transportadores de envases con vacío, tanto mecánicos como magnéticos. El objetivo es proporcionar un final de línea de paletizado y envoltura o flejado completo.
En los últimos años, Clevertech ha instalado y puesto en marcha con éxito varias soluciones para grandes multinacionales líderes de la industria alimentaria. Muchas son las máquinas que se adaptan a las necesidades de cada cliente: paletizadores de latas que pueden paletizar a velocidades de producción nunca alcanzadas hasta ahora, soluciones de final de línea con transportadores, paletizadores y flejadoras completamente integrados y con total seguridad.
Además, las soluciones Clevertech permiten un cambio de formato muy rápido: en pocos minutos, la máquina se adapta a diámetros de envases de 49 mm a 153 mm.
Todas las unidades están diseñadas para funcionar de forma autónoma, sin que se requiera la intervención humana.
La innovación en el proceso de envasado ha permitido a Clevertech ser líder en el mercado de la alimentación, gracias también a las infinitas posibilidades de soluciones de envasado desarrolladas y dirigidas a las nuevas necesidades del mercado, como el comercio electrónico y los productos listos para exponer.
Tras analizar cómo los problemas medioambientales están cada vez más a la orden del día, es preciso tener en cuenta las necesidades del sector y utilizar cada vez más envases sostenibles.
Las latas de aluminio son un objeto icónico que se adapta a la evolución del diseño y de la tecnología. El aluminio es un material de envasado único: eficiente, versátil y seguro, combina unas prestaciones excepcionales con el respeto por el medio ambiente.
En sintonía con las nuevas necesidades del sector, Clevertech ha diseñado y desarrollado una cartera específica de soluciones para la manipulación y el almacenamiento de envases reutilizables que se adapta a las diferentes necesidades de sus clientes.